
Cómo hacer calamares a la romana
Hay algunos platos que son infaltables para irse de tapas con los amigos. Esas pequeñas porciones de comida que saben a gloria y combinan todos los sabores. Y, desde luego, los productos de mar llevan la delantera aquí, como los calamares a la romana.
Seguramente ya has probado esta delicia en algún bar o restaurante. O quizá algún amigo te haya invitado a probar en su casa. Pero, esta vez, queremos que seas el protagonista y aprendas cómo hacer calamares a la romana.
Antes que nada, debes saber que su sencillez no opaca su delicia. Es muy fácil preparar este plato. Con unos pocos ingredientes, paciencia y mucha atención, podrás impresionar a todos. Sigue los pasos y toma nota.
Lista de ingredientes

Los productos que nos brinda el mar son tan variados y exquisitos que no podemos resistirnos a preparar un sinfín de platos con ellos.
Así que toma tu recetario y apunta los ingredientes que necesitaremos para cocinar unos calamares a la romana.
El ingrediente protagonista:
- 500 gr de calamares
Para la mezcla del rebosado:
- 75 gr de harina de trigo
- 6 cucharadas de leche
- 1 huevo
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 1/2 cdita de cúrcuma molida
- Sal al gusto.
Para freír:
- Harina para rebozar
- Aceite de oliva virgen extra
Paso a paso para hacer calamares a la romana
Limpieza (opcional)
Para preparar esta receta, tenemos dos opciones: usar calamares frescos (ya listos y limpios) o congelados.
Aunque, te recomendamos los frescos, ya que aportan un sabor más intenso al platillo final.
Pero el punto en común, de cualquiera sea tu elección, es que son los protagonistas de la receta.
Aclarado esto, comenzamos. Te explicaremos cómo limpiar los calamares frescos.
- Toma los calamares y extrae los tentáculos con mucho cuidado. No queremos que se rompa la bolsa de tinta.
- Después, retira la concha, la boca, piel y aletas. Nos quedaremos con el cuerpo, tentáculos y aletas.
- Para lavar muy bien por dentro, introducimos un dedo en el calamar, dándole la vuelta en el extremo que está cerca de las aletas. De esta manera, podremos asegurarnos de limpiar cada uno en su interior.
- Ya lavados, los colocamos en papel absorbente para que se sequen y después los volteamos de nuevo. Entonces, procedemos a cortar en anillas las partes que utilizaremos.
En el caso de las aletas, si son muy grandes, con un corte en dos bastará. Conservamos hasta que sea el momento de rebozar.
Rebozado
- Nos encargaremos de separar la clara de la yema del huevo.
- Luego, con la clara en un recipiente acorde a la cantidad, batimos hasta que esté a punto de nieve y la apartamos un momento.
- Mientras tanto, en otro bol colamos la yema y comenzamos a mezclar con la sal, cúrcuma, la leche y el aceite de oliva virgen extra.
- Es entonces cuando agregamos la harina de trigo poco a poco y seguimos integrando hasta añadir por último la clara montada.
Esta forma de hacerlo, hará que obtengamos una mezcla esponjosa que aportará un crujiente espectacular al momento de freír.
Sin embargo, también puedes mezclar todo sin separar el huevo. Lo único que deberás hacer es verterlo en un envase y batir incorporando agua (solo un chorrito) y, posterior a ello, los demás ingredientes.
Cocción
- Echamos el aceite a la sartén y ponemos a calentar. En este tiempo, aprovechamos de pasar los calamares primero por harina y después por la mezcla del rebosado.
- Retiramos los excesos y agarramos unos cuantos calamares para meterlos en el aceite cuando esté caliente. Volteamos para que se cocinen bien doraditos.
¡Sacamos y servimos calentitos!

